Mostrando entradas con la etiqueta mi mundo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mi mundo. Mostrar todas las entradas

jueves, 3 de septiembre de 2020

Dicho en el pasado. Mi mundo




3 de septiembre de 2015

¿Cuál es mi mundo? ¿Dónde acaban los límites de mi mundo? ¿De dónde soy? ¿De donde nací? ¿De la ciudad en la que vivo? ¿Del país en el que vine al mundo? ¿No hay nada mío más allá de él? Francia, por ejemplo, con cuya música disfruto tanto, ¿entra dentro de los límites de mi mundo? ¿Y Europa? Mi mundo ¿es el mundo europeo? Observo que uso zapatos hechos en China, ropa fabricada en Malaysia con algodón americano, uso un teléfono móvil que contiene coltán extraído probablemente en Australia o en la República del Congo, tomo café de Kenia, tengo un cinturón fabricado en Argentina y sufro las consecuencias del deshielo del ártico y del agujero de la capa de ozono. Yo no puedo ponerle ningún límite a mi mundo. No puedo decir que sea de aquí o de allá. Todo el mundo es mi mundo. Me siento ciudadano del mundo.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Mi mundo



Mi mundo no es de este reino. No comulgo con los criterios que se usan. No me gustaría nada complicado ni raro, pero sí que fuera razonable, vital, humano, cariñoso y que permitiera a cada uno ser como es. No estoy preparado para un mundo de cabezotas que quieren no sé qué cosas ya, en este momento y se moleste quien se moleste. La peste molesta va llegando a todas partes. Observas a la gente y todos están mirando hacia sus cosas, hacia sus pequeñas y podridas cosas. Tienes que desnudarte el alma para sobrevivir y el cuerpo, para sentirte vivo. Cuando las cosas se pudren, los gusanos no tardan nada en aparecer. Ojalá alguien tenga la lucidez y la fuerza para coger el timón y dar un bandazo enorme a este barco infame. Buenas noches. Besos y abrazos, si es que queda alguien ahí.