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sábado, 15 de julio de 2023

Hay que votar


Imagen tomada de Wikipedia.


Circula por ahí un comunicado de un grupo, que se autodenomina de izquierdas, pidiendo el voto nulo, debido al descontento que tienen con lo que hizo el Gobierno anterior.

Un voto nulo, así como una abstención, suponen en la práctica un voto para la derecha, que va a votar en masa, porque se renuncia a neutralizar sus votos. Y, además, quien vota nulo o se abstiene se hace responsable de los resultados.
Estamos ante unas elecciones, no ante un día de protesta. En unas elecciones se elige al mejor, o, si se quiere, al menos malo, pero no se va a protestar.
Para protestar tenemos 364 días al año, pero el 23 J hay que VOTAR.

Todas las reac

jueves, 25 de mayo de 2023

Votas a...




Amas a quien admiras.

Admiras a la persona en la que descubres valores que merece la pena adoptar, a quien es capaz de ver más allá de los límites de su tribu y solidarizarse con los problemas que sufren otros, a quien crea paz y no problemas, a quien se pronuncia con justicia, a quien hace gala de una formación humana capaz de crear un mundo bueno para todos, a quien no suele decir disparates, y, si los dice, rápidamente pide disculpas, a quien no se mueve por caprichos, ni por ocurrencias ni por intereses particulares, sino por argumentos racionales que cualquier persona con buena voluntad podría entender y aceptar, a quien muestra una mente limpia de odios, a quien respeta la vida de los demás y procura que sea una vida buena, a quien no actúa para ser admirado, sino porque cree racional y emocionalmente que debe actuar así.

Votas a quien admiras.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Buenos días. Democracia




La democracia no consiste solo en votar, sino en crear una sociedad justa, solidaria, respetuosa, en la que los ciudadanos sean libres y que tengan todos iguales derechos. Al fascista no le importa votar, pero no quiere una sociedad democrática. 

Buenos días.

sábado, 25 de mayo de 2019

Reflexión de la jornada




Aunque hay quien aún no se entera o no se quiere enterar, algunas cosas han cambiado en España, sobre todo, en estos últimos meses. Queda mucho, sin embargo, por hacer.

No han cambiado, sobre todo, muchas actitudes, muchas formas de entender la vida pública. Parece que la corrupción no aparece con la frecuencia que lo hacía antes, pero la derecha sigue basándose en un capitalismo salvaje y codicioso, que no tiene inconveniente en explotar hasta exprimir a quien se ponga delante, y que aspira no a ganar dinero, sino a ganarlo todo y ya.

La derecha desprecia los servicios públicos y los degrada privatizándolos. Profesa la idea de que los servicios son negocios, aunque lo enmascare con excusas, como la de una mejor gestión o inventos parecidos, y la mejor forma que tiene de conseguirlo es privatizando todo lo que afecte a la sociedad. Así, la sanidad debe ser un negocio privado que favorezca a los ricos, aunque los pobres no puedan pagarla, lo mismo que la educación, los transportes y todo lo que sea posible. Pero no está justificado que pagar por un servicio a un particular sea mejor que hacerlo, a través de los impuestos, al Estado. Son tan incongruentes que ellos mismos recurren a la sanidad pública cuando se ven afectados.

La derecha quiere entrar en política y ganar todas las elecciones porque sabe que generando ciertas leyes y tomando determinadas medidas saldrán económicamente favorecidos. Por eso se enfadan tanto, y patean y hacen ruido, pero no argumentan, cuando las leyes no les satisfacen. Hay que crear leyes justas, igualitarias y que favorezcan a todos, pero no parece que la derecha esté dispuesta a ello.

No hay que tenerle miedo a la izquierda porque quiera subir los impuestos. Esto lo ha tergiversado interesadamente la derecha, como hace con tantas cosas. Subirle un punto los impuestos a los más ricos (que son muy pocos, que alguien con una casa, un coche y un trabajo no es un rico) y bajárselo a quienes menos tienen no es para tenerle miedo a la izquierda. Y si queremos una buena sanidad pública, una buena educación, que las personas dependientes estén atendidas y que las pensiones garantizadas, no hay más remedio que subir los impuestos, diga la derecha los infundios incomprensibles que quiera.

Hay que ser muy firmes en lo que afecta a las mujeres y a la violencia de género. Todo ser humano con una sensibilidad desarrollada según los Derechos Humanos debe serlo. Y creo que hay aún mucho que hacer, mucho que conseguir y muchas actitudes machistas que frenar. Hay un peligro social ahí que me parece de suma importancia.

En España no veo que haya cultura de pacto. Esas actitudes chulescas, partidistas y manipuladoras de manifestar antes de las elecciones que no van a pactar con este o con aquél no son propias de un sistema democrático. Qué diferencia oír a Rivera trazar una raya roja delante del PSOE y escuchar a Gabilondo decir que los problemas son de todos y que hay que ponerse de acuerdo todos para hallar una solución. Hay, por desgracia, mucha gente aún que no tiene sensibilidad para ver esto. O nos acostumbramos a pactar o esto se va a convertir en un nido de antidemócratas que van a acabar con el país, con las estructuras y con los ciudadanos.

Mañana hay que ir a votar. Y estoy convencido de que hay que ir a votar a la izquierda, no por gusto, sino porque sus argumentos y sus propuestas van orientadas hacia todos, hacia el bienestar de todos, y porque cuando hablan de libertad no se refieren a la de unos pocos que pueden elegir, sino que pretenden conseguir la libertad de todos. Y hablan de igualdad y buscan que las leyes sean igualitarias. La derecha ni se planea, ni habla ni hace nada por la igualdad, sino por todo lo contrario. Y la izquierda no busca el bien privado, el de los ricos o el de los que ingenua y grotescamente se creen ricos, sino que aspira a la justicia, que se concreta en el bien para todos. Por eso hay que votar, porque solo vivimos esta vida y no somos quienes para vivirla a costa de los demás, sino en armonía con ellos. Hay que votar y hay que seguir mejorando el país.



viernes, 26 de abril de 2019

Buenas noches. Tenemos que votar




Si quieres un mundo mejor, en donde haya una redistribución más justa de la riqueza, una educación y una sanidad públicas y de mejor calidad, unas pensiones dignas para todos, una atención suficiente a las personas mayores, una promoción decidida de la cultura y una vida de más calidad para todos, no votes a quienes desde la derecha y desde el fascismo quieren todo lo contrario. Piénsatelo bien, porque está tu vida y la de todos en juego. Creo que el domingo tenemos que ir a votar, aunque solo sea para defendernos.

Buenas noches.

viernes, 18 de mayo de 2018

Buenas noches. Éxito



El gran éxito de las derechas de cualquier color es haber logrado que los pobres voten a gusto a quienes van en contra de los pobres. 

Buenas noches.

domingo, 25 de marzo de 2018

Buenas noches. Eres




Eres lo que vives, no lo que votas. 

Buenas noches.


sábado, 24 de marzo de 2018

Buenas noches. Poco




Te quieren con poca cultura, con poca educación, con poco trabajo, con poco sueldo y con poca pensión. ¿Y sigues votando a los mismos? No lo entiendo. 

Buenas noches.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

No son corruptos, así que no les votes




No. No te confundas. A ver si les vas a votar creyendo que son corruptos y te llevas un chasco. Son todos muy buenas gentes, con un alto sentido del humanismo, y ninguno de ellos ni de ellas ha participado jamás en ninguna trama ni tiene una afición desmedida por el dinero. Ni han mentido jamás, que conste. Lo que ocurre es que son tantos los investigados que parece que son todos iguales, pero ya verás cómo a lo largo de estos meses se demuestra que son todos unos inocentes. Así que vete pensando a quien votar, porque estos, corruptos no son.

miércoles, 22 de junio de 2016

Buenas noches. Derechas e izquierdas



Ser de derechas o ser de izquierdas no es votar a unos o a otros, sino actuar en la vida de una manera o de otra. 

Buenas noches.


domingo, 24 de mayo de 2015

Es difícil votar





En las condiciones actuales, no es demasiado sencillo votar. Yo creo que cada uno tiene más o menos clara su opción sobre si es de derecha o de izquierda. Si alguien tiene algo personal que defender o si cree que los demás no le importan nada, seguro que votará a la derecha. Allá él o ella. Pero si cree que valores como la igualdad, la solidaridad, la libertad de todos y la defensa de los derechos humanos son lo verdaderamente importante, entonces votará a un partido de izquierdas. En este caso ¿lo hará por la personalidad del candidato o de la candidata o por su proyecto, por su programa? ¿se decantará por lo realizable sensatamente o por lo nuevo que pueda ofrecer y que podrá ser o no? ¿convendrá votar con los pies en la tierra o con la cabeza en un futuro sensiblemente mejor, pero …? ¿habría que votar por quién estuviese dispuesto a pactar con otros partidos o por quien se creyera único en la sociedad y no quisiera tener en cuenta a los demás? Yo tengo clara mi opción y no la voy a decir aquí ahora, pero entiendo que haya quien no la tenga excesivamente clara y le cueste trabajo tomar una papeleta y no otra. Yo, después de cuatro años en los que han destrozado las estructuras del país y todo lo que se había conseguido en el terreno social, busco eficacia. No quiero que los mayores pasen más tiempo sufriendo ni que los jóvenes estén vendidos a su suerte. Me parece que quien quiere y sabe hacer pactos, quien tiene un claro sentido de la igualdad y quien no quiere tolerar las brechas que se están dando entre los muy ricos y los demás es quien debe gobernar. Tú tienes que encontrarlo. Buenas noches. 

sábado, 23 de mayo de 2015

Buenas noches. Vota



Mañana es día de elecciones. Es día de ir a votar. Te sugiero que votes, que no te quedes en casa como si lo que ocurra en la sociedad no vaya contigo. Esto que estamos viviendo es cosa de todos. Si no votas, dejarás tu vida concreta y real en manos de quienes puede que tengan intereses privados y particulares. No creo que la democracia consista únicamente en ir a votar de vez en cuando, ni mucho menos, pero sí que la participación, el sentirse-parte-de-la-sociedad comienza por ir a votar. Y luego, a lo largo de los cuatro años, propón ideas, pide, exige, denuncia y aplaude. No busques un partido que vaya a arreglar del todo la sociedad, porque eso es imposible. Elige a quien pueda mejorarla más. Huye de quien te utilice para su propio beneficio. Acércate a quien dé pasos realistas hacia la utopía. Intenta que la mayoría de la sociedad pueda agradecerte luego tu voto. 

Buenas noches.


viernes, 6 de febrero de 2015

Ética para todos 20. ¿Es obligatorio votar?



La propuesta para hoy era analizar la norma

Votar es obligatorio”.

¿Es una norma jurídica? Aunque hay algunos países en los que existe la obligación legal de votar, como, por ejemplo, en Bélgica o en Grecia, en el resto se considera que votar es un derecho, no una obligación legal. Incluso en esos países se detecta una cierta relajación de esa obligación. En España, por tanto, no es obligatorio votar.

¿Es una norma moral?

La primera condición es que nosotros mismos nos sintamos obligados a votar. Creo que esto depende de lo que entendamos por ser ciudadano. Si ser ciudadano es sentirse parte activa de la sociedad, esto es, participar en la vida y en las decisiones que afecten al conjunto de ciudadanos, a través de los partidos, los sindicatos, los diversos órganos de participación y de las elecciones, entonces podemos considerar que nuestro deber es votar como un acto más de participación y de ejercicio de la democracia. Si, por el contrario, entendemos que nos basta con soportar lo que decidan otros, que la sociedad no es cosa nuestra y que no debemos meternos en cuestiones políticas, entonces no sentiremos esa obligación, pero porque tampoco nos sentiremos ciudadanos.

¿Sería bueno que votaran todos los ciudadanos? ¿Sería una norma universalizable? Parece que lo que importa en una democracia es que se tenga en cuenta el parecer de todos. Ya sabemos que tanto las dictaduras como las abstenciones pueden traer consigo la formación de mayorías absolutas de posibles consecuencias muy perniciosas. Parece, entonces, que todos deberíamos votar para poder construir una vida democrática y por el bien de todos los ciudadanos.

¿Es un acto incondicional? Este aspecto no es del todo sencillo de ver. Hay que comprender, para ello, que lo democrático es que en una votación nos decidamos por la opción que creemos que es la mejor para todos, no la que se ajusta más a nuestros propios intereses. La democracia no es un medio que podamos utilizar para beneficiarnos nosotros, sino para que resulte la opción más justa para todos o, al menos, para la mayoría. Esta utilización de la democracia para el provecho propio es una práctica antisocial que se debe evitar en una democracia sana. Un ciudadano cabal debe buscar siempre el bien común y no utilizar las instituciones en su propio beneficio. Entendida así la democracia y las votaciones, sin duda que éstas son actos incondicionales, que se realizan porque se entiende que son buenos, no para aprovecharse de ellas.

Queda puesto de manifiesto que en las condiciones que hemos expuesto, la acción de votar puede ser la consecuencia de una norma moral, y así lo han entendido muchos pensadores y políticos a lo largo de la historia, aunque hoy estas cuestiones difícilmente se planteen entre nosotros.

Para la próxima ocasión, te propongo que analices esta norma:

Los caballeros deben quitarse el sombrero o la gorra cuando entren en un lugar que esté bajo techo

Si no estás de acuerdo con algunas de las ideas expuestas aquí, me gustaría mucho que lo expresaras. Gracias.


viernes, 7 de febrero de 2014

Lo que veo cuando miro. Intereses





Quienes tienen intereses económicos particulares, privados, van siempre a votar y votan a la derecha. Abstenerse y dejar al país en manos de estos ricos interesados es, cuanto menos, suicida. Y luego está el daño que le pueden hacer a los demás. Buenas tardes.

sábado, 20 de julio de 2013

Buenos días. La perfección




Querer votar por lo perfecto y no por lo mejor posible es hacer casi imposible la votación. Es la excusa perfecta para no comprometerse en cambiar la situación en la que se está.

Querer actuar siempre como si se fuese perfecto es imposible. No somos perfectos. Nadie es perfecto. Querer ser perfecto es, en el fondo, querer mortificarse y destrozarse la autoestima.

La perfección no es un hecho real, sino una idea, una creación de nuestra mente que oculta un miedo a actuar, un deseo de no hacer nada, de no pronunciarse, de no comprometerse. El deseo de perfección es uno de los grandes frenos de los que disponemos para evitar que algo cambie.

Lo más perfecto sería quitarnos de la cabeza la imperfectísima idea de perfección. Buenos días.   

domingo, 11 de septiembre de 2011

Conservador o progresista




Aquí y ahora creo que se es conservador o progresista no por lo que se piensa o por lo que se dice, sino por a quién se ayuda de hecho con el voto o con la abstención para que ejerza el poder.